Una historia digna de admiración es la de Nina Martinez, una mujer de 35 años que, a pesar de tener el virus de VIH desde las 6 semanas de edad; decidió donar su riñón a un desconocido. Esta acción la ha convertido en una heroína en , luego de que su hazaña fuera divulgada.

Nina fue contagiada cuando era solo una bebé, por una complicación médica tuvieron que realizarle una transfusión de sangre. Esto sucedió en 1983, época en la cual aún no se hacían despistajes de VIH a los donadores.

Milagrosamente la joven pudo sobrevivir 13 años sin tratamiento médico, hasta 1996; cuando la comunidad médica aprobó el uso de retrovirales como tratamiento para el SIDA.

Luego de seguir el tratamiento, los niveles de infección llegaron a ser muy bajos. La enfermedad se había controlado. Es por esta razón que Nina decidió considerar la donación de su riñón a una de sus mejores amigas, quien tiene la misma condición.

Lamentablemente, la operación no pudo llevarse a cabo pues la muchacha murió poco antes de la fecha establecida para el procedimiento médico.

Sin embargo, esto no desanimó a Martinez, ella quería honrar el nombre de su amiga y decidió donar su órgano a una persona que se encontraba dentro de la ‘famosa’ lista de espera, un completo desconocido. Definitivamente un gesto de nobleza y desprendimiento.

La operación se llevó a cabo con éxito y el procedimiento se convirtió en un precedente para que otras personas con VIH puedan donar sus órganos a otros en necesidad. De esta manera Nina se convirtió en la primera donadora viva con VIH positivo.

La mujer comentó a un medio de comunicación “Quiero hacer una diferencia en la vida de otra persona y cortar el estigma que muchas veces nos afecta a las personas con VIH… Es un mensaje muy poderoso que una persona con mi condición, y suficientemente saludable, pueda donar un órgano”, expresó.

La hazaña médica se viralizó en y se convirtió en una luz de esperanza para muchas personas que aún se encuentran a la ‘espera’ de un órgano que les pueda salvar la vida.