Viral. La mañana del 19 de septiembre de 1985 pintaba para ser un día más en la cotidianidad de la sociedad mexicana. Trabajadores, estudiantes y amas de casa se preparaban para realizar sus labores, eran las 7:19 horas y en ese instante la historia de la Ciudad de México cambió por completo. Sigue leyendo.

Un sismo de 8.1 grados de intensidad en la escala de Ritchter golpeó sin dar aviso. Su epicentro fue en el Océano Pacífico mexicano, cerca de la desembocadura del río Balsas en la costa michoacana.

El terror duró 2 minutos, y se calcula que la energía generada por este fenómeno fue equivalente a la liberada por 30 bombas atómicas. Sigue leyendo esta historia de .

Después de eso, el dolor, la incertidumbre y la preocupación se apoderó de toda la nación. Grandes edificios, estructuras colosales y arquitectura histórica se encontraba hecha pedazos.

Entre ellos los gritos desesperados de personas que lo presenciaron todo. Muertos, heridos, desaparecidos, damnificados, edificios destruidos, casas, México estaba paralizado, pero la sociedad se unió y ayudaron a la ciudad a salir adelante.

El bebé milagro

Existen un montón de historias de sobrevivientes que encararon la dura realidad, que perdieron a sus seres queridos y sus hogares pero que salieron adelante, porque así son los mexicanos, fuertes y trabajadores. Una de esas historias fue la de los ‘bebés milagro’, aquellos recién nacidos que pudieron ser rescatados de entre los escombros y que la vida les dio una segunda oportunidad.

José Francisco Rodríguez es uno de ellos, uno de los bebés sobrevivientes del terremoto de 1985, rescatado de entre las ruinas del Hospital Juarez cinco días después. Su tía, Graciela Rodríguez, abandonó los rezos y celebró este alegre momento entre la tragedia, su sobrino recién nacido había sobrevivido y ella lo adoptó, tras la muerte de su cuñada Fidelina, quien lamentablemente quedó enterrada entre los escombros.

El bebé milagro ahora es un héroe

Después del fuerte sismo que aterró México este año, una de las noticias que causó sorpresa fue la de un colegio ubicado en el centro de la ciudad, el Colegio Rebsamen que, ante la fuerte sacudida, cayó en pedazos dejando a niños y adultos sin poder escapar. Los vecinos se movilizaron inmediatamente, y comenzaron labores de rescate.

Exáctamente 32 años después, José Francisco Rodríguez regresa ese acto de heroísmo que le salvó la vida hace más de tres décadas, y ayudó ferozmente a rescatar a varios niños del Colegio.

El ‘bebé milagro’ ahora es un héroe, como muchos mexicanos que unidos han de sacar al país adelante. Ya lo hicieron una vez, en el 85, así es la sociedad mexicana: se caen y se levantan, porque ante la adversidad todos olvidan sus diferencias y sacan lo mejor de sí, como Francisco. ¿Te gustó la nota de ?

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