Un documental de Discovery Channel se emitió en EEUU en enero de 2001 abordando esta cuestión. Esa fue la base de nuevas investigaciones que se comentan en el famoso libro “El irlandés a bordo del Titanic”, el primer texto que habla con gran extensión sobre la verdadera identidad del cuerpo número 227. Muchos más detalles han sido descubiertos en la investigación adicional desde entonces. En un portal de se narra la verdadera crónica y aquí te la compartimos.

Se pensaba que Jack era un pasajero, pero en realidad su overol y otras prendas que llevaba cuando se recuperaron los restos lo identificaban como miembro de la tripulación. J. Dawson era una especie de esclavo que se encargaba de canalizar el carbón a los trabajadores de los hornos. Era el responsable de las tareas de mantenimiento de esas montañas negras, que debían estar siempre en el mismo nivel, dado que los desequilibrios podrían afectar a la estabilidad de la nave.

Cuando sucedió el impacto, Dawson tuvo tiempo de coger su bolsa personal y su tarjeta de identificación. Los documentos hallados indican que él era un joven de 23 años de edad, mucho menor a lo que se pensaba que eran 30 años cumplidos. Su dirección decía que su ciudad natal era Southampton, Irlanda. Hasta aquí se parece a la película en algo, pero lo que sigue no será lo mismo.

En realidad, su nombre no era Jack, era Joseph Franklin Dawson. La similitud con la ficción es abismal. Tras saber más de su familia, dicen que durante un tiempo él escuchó que había un trasatlántico que prometía buen sueldo al que no tenía miedo de trabajar duro.

Había otra razón para embarcarse en el barco. En los días previos en los que estuvo paseando por algunos bares y pubs de Southampton, Dawson había conocido al encargado de los hornos de un barco, John Priest. Y lo más importante aún, también llegó a conocer a la hermana atractiva de Priest, Nellie . El joven Joseph Dawson por lo tanto empezó a cortejar a la dama, que también iba a embarcarse en el barco, por lo que se decidió de una vez viajar en el Titanic. Su destino no fue el mejor, como ya sabemos, pero esta es su historia.

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