Viral. Perder a un hijo siempre es traumático y doloroso. Solo a quien le sucede puede entender el proceso de pérdida y duelo, ese tipo especial de dolor. La protagonista de esta historia es una madre, Stephanie Browne (27), de Norwich, Inglaterra.

Durante los últimos siete años, ha visitado la tumba de su hijo muerto una vez a la semana. Su nombre es Oskar, y nació en 2010, antes de sus otros dos hijos, Ola, de 4 años, y Odin, de 11 meses. A los pocos días murió a causa de una extraña enfermedad.

Desde entonces, la afligida madre mantiene ordenada su tumba durante todo el año, incluso la decora para Halloween, Navidad y, por supuesto, su cumpleaños. Este año, para Navidad, eligió llevar un árbol colorido.

“No puedo hacer nada más por Oskar. Él no puede estar aquí para abrir regalos con nosotros, así que quiero que la tumba se vea lo mejor posible”, contó.

Aunque su arreglo navideño no perjudicaba a nadie, el Concejo Municipal y otros visitantes del cementerio le enviaron una carta para que lo retire. Según dijeron, afectaba a “la salud y la seguridad”. Browne, quien está embarazada de su cuarto hijo, quedó perpleja y obedeció.

“Tenemos el deber de asegurarnos de que el cementerio se mantenga seguro y accesible para todos los que lo visitan”, se lee en la misiva municipal.

La historia se ha viralizado en Facebook por su carga emocional. Los usuarios coinciden en que se trató de una medida absurda. “Oskar no puede estar aquí para abrir regalos con nosotros, así que quiero que la tumba se vea mejor”, finalizó entre lágrimas su madre.