Siempre las mujeres se quejan de que por qué nos quedamos dormidos después del sexo. Y si no te lo dicen, lo comentan con sus amigas. ¿Pero sabías que hay una explicación científica por la que los hombres continuamos ‘la faena’ en brazos de Morfeo? Pues aquí van los resultados de algunos estudios que deberás acordarte de repetir a la mañana siguiente, cuando tu pareja no te quiera hablar en el desayuno.

Primero vamos por las razones más obvias, debemos tener en cuenta que el sexo es un ejercicio físico que requiere de un esfuerzo físico agotador – especialmente si estamos un poco fuera de forma –. Además, en la mayoría de los casos se hace en una cómoda cama, y por la noche, luego de una jornada laboral, o un día lleno de actividades. Cómo ven, todo nos invita a dormirnos.

¿Qué dice la ciencia? Al utilizar una tomografía por emisión de positrones para analizar el cerebro en estos momentos tan apasionados, se ha descubierto que para que una persona llegue al orgasmo, el cerebro debe liberarse de todo sentimiento de miedo y ansiedad, lo que hace que la experiencia sea relajante y tienda a darnos somnolencia.

Por otra parte, está la bioquímica del orgasmo en sí: durante la eyaculación – es por eso que hablamos de los hombres en particular -, los hombres reciben un cóctel de químicos en el cerebro, entre los que se incluyen la norepinefrina, la serotonina, oxitocina, vasopresina, óxido nítrico y la hormona prolactina. Esta última está relacionada con la sensación de satisfacción sexual y el tiempo de recuperación necesario para un ‘segundo round’.

Debemos de tomar en cuenta que los niveles de prolactina son más grandes durante el sueño, y que aquellos animales a los que se les inyecta la hormona se duermen más rápido. Eso quiere decir que hay un vínculo fuerte entre la hormona y el sueño, por lo que verdaderamente no pueden culparnos por tener ganas de dormir luego de haber disfrutado sexualmente.

La oxitocina y la vasopresina también están directamente relacionadas con el sueño: cuando el cerebro las libera, también libera melatonina, la hormona que regula nuestro reloj biológico. Además, la oxitocina reduce los niveles de estrés, lo que ayuda a la relajación y la somnolencia. Por otra parte, estos dos químicos están directamente relacionados con lo que se llama ‘unión de pares’, por lo que aumentan los sentimientos de cariño, unión y confianza hacia la otra persona, generando un vínculo entre el sexo y el apego emocional.

También entran en juego las razones evolutivas. Los hombres deben reproducirse y reproducirse, y aunque dormir no parece ser la mejor opción para lograr el objetivo, lo cierto es que es una buena forma de ganar energía mientras pasa el tiempo de recuperación. Es decir evolutivamente, nuestro cuerpo se pone en ‘Modo ahorro de energía’.

Por otra parte, los hombres suelen dormirse más rápidamente cuando tienen relaciones sexuales que cuando se masturban. ¿Por qué? Nadie sabe exactamente la razón, pero lo cierto es que el cerebro libera 4 veces más prolactina durante el orgasmo en una relación sexual que al masturbarse.

Con todo esto, que las mujeres no crean que es desinterés nuestro hacia una conversación romántica tras el sexo, ni piensen que han sido solo ‘utilizadas y ya’; dense cuenta que todo, absolutamente todo, nos invita a dormirnos y la ciencia lo confirma. No es nuestra culpa ¿ven?