Si bien Breaking Bad emitió su último episodio en 2013, la historia sigue viva y aquellos que no la vieron en su época, la ven ahora vía internet o gracias a la maravillosa entrega en DVD – que incluye exquisito material extra -. Pero ¿qué mantiene vigente una serie que ya cerró telón hace casi 2 años? Que era genial. Primero, el cerebro de Vince Gilligan debe tener un agujero negro con millones de universos en él para que se le ocurran tantas cosas – sí leen los distintos finales alternativos que pudo tener la historia se darán cuenta -. Segundo, la manera cómo el público se fue “volviendo malo” – traducción literal del nombre de la serie – con el personaje, y deseándole la muerte a personajes que en verdad eran los buenos. Y tercero, el elenco.

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Aaron Paul, no pudo haber hecho nada mejor en su carrera que postular por el papel de Jesse Pinkman, en donde pudo demostrar las tremendas herramientas que escondía un actor conocido solo por sus ojos azules ¡La hiciste bitch! Paul, estuvo a la altura – y los dicen sus Emmys ganados – del monstruo que fue Bryan Cranston, en el memorable papel protagónico de Walter White. Entrar en detalles está de más, ser partícipes de la metamorfosis del profesor de química Walter White, al demonio químico Heisenberg, fue inmejorable en la piel de Cranston. Para muestra, una carta.

La siguiente carta la escribió el ganador del Oscar y dios del Olimpo hollywoodense, Anthony Hopkins, tras el final de la serie, dirigida a Bryan Cranston:

Estimado señor Cranston,

Como quería escribirle este correo me puse en contacto con Jeremy Barber, ya que ambos somos representados por UTA (United Talent Agency). Una gran agencia.

Acabo de terminar una maratón de “BREAKING BAD“ – desde el episodio uno de la primera temporada, hasta los últimos ocho episodios de la sexta (Nota: en realidad son cinco temporadas, se trata de un error de Hopkins) -. Descargué la última temporada de Amazon. Fueron en total dos semanas de visión adictiva.

Nunca había visto algo así. ¡Brillante!

Su performance como Walter White fue la mejor actuación que vi en toda mi vida.

Sé que hay mucho humo y basura enfermante en el negocio, y un poco he perdido la esperanza en todo.

Pero este trabajo suyo es espectacular, absolutamente deslumbrante. Lo extraordinario es el poder puro de cada uno en toda la producción. ¿Cuánto fueron?, ¿cinco o seis años de trabajo? Cómo los productores – siendo usted uno de ellos -, los escritores, los directores, los camarógrafos… cada departamento, lograron mantener la disciplina y el control desde el comienzo hasta el final, fue – esa palabra tan gastada – formidable.

Lo que comenzó como una comedia negra descendió a un laberinto de sangre, destrucción e infierno. Fue como una gran tragedia jacobina, shakesperiana o griega.

Si alguna vez tiene la posibilidad, ¿podría por favor hacerle llegar mi admiración a todos – Anna Gunn, Dean Norris, Aaron Paul, Betsy Brandt, R.J. Mitte, Bob Odenkirk, Jonathan Banks, Steven Michael Quezada? Todos, todos dieron clases maestras de actuación. La lista no tiene fin.

Gracias. Esa clase de trabajo artístico es exótico y cuando, una vez cada tanto, ocurre, como en este trabajo épico, restablece la confianza.

Usted y todos en el elenco son los mejores actores que he visto en mi vida.

Eso puede sonar como puro humo. Pero no lo es. Es casi medianoche en Malibú, y me siento compelido a escribir este correo.

Felicitaciones y mi respeto más profundo. Usted es verdaderamente un gran, gran actor.

Saludos cordiales,

Tony Hopkins.

…no hay más que decir.