Aunque el tema lo merezca, no vamos a hacer mucho juego previo, así que vayamos de frente a los datos:

1. La temperatura de los genitales

Según el McGill University Health Centre de Montreal, en Canadá, con voluntarios que la pasaron ‘de lo lindo’ y gracias a la termografía se ha podido saber que la temperatura en los genitales sube 2 grados en poco más de diez minutos.

2. El sexo está en la cabeza

El orgasmo se genera en el cerebro. De acuerdo con el sexólogo Francisco Cabello, el orgasmo es un reflejo de las sensaciones que se producen en el sistema nervioso. Los casos de placer sin genitales son muchos. Desde los que sienten las personas con un miembro amputado cerca de la extremidad que les falta, hasta los que disfrutan lavándose los dientes, como le pasaba a una mujer entrevistada por Kinsey.

3. El multi orgasmo puede ser un problema

Se llama síndrome de excitación permanente y puede producir, sin ningún tipo de estímulo, hasta 250 orgasmos diarios. La víctima suele experimentar orgasmos durante las tareas más cotidianas. No tiene cura, por lo que estás mujeres están obligadas a disimularlos durante toda su vida. Y pensar que hay muchas que solo los fingen.

4. El dinero da menos felicidad

El estudio de David Blanchflower, del Dartmouth College, y Andrew Oswald, de la Universidad de Warwick, en Inglaterra, demuestra que un orgasmo es más placentero que recibir dinero, ya que las personas sienten más felicidad cuando experimentan un orgasmo que cuando obtienen dinero.

5. Se puede gozar después de morir

En caso de muerte cerebral, cuando el corazón aún funciona, se puede tener un orgasmo, si se estimulan y oxigenan los nervios sacros. Así lo afirma Mary Roach, autora del libro The curious life of human cadavers, quien dice que: “Si en un cadáver se produce el reflejo de Lázaro, es decir, se incorpora de cintura para arriba y cruza los brazos, ¿por qué no el reflejo del orgasmo?” La especialista en muerte cerebral Stephanie Mann también asegura que es técnicamente posible.

6. La Oxitocina mejora el orgasmo

Investigadores de la Escuela Médica de Hannover señalan que los voluntarios que después de haberles administrado o inhalaron oxitocina, tuvieron orgasmos más intensos, que aquellos que no.

7. Como caminas, como tienes orgasmos

La manera de caminar de una mujer puede indicar qué tipo de orgasmo tiene. Al menos, eso es lo que asegura el estudio de Stuart Brode, de la Universidad de West Scotland. Aquella en la que la suma de los datos relativos a la longitud de la zancada y el grado de rotación de la columna vertebral es mayor, los tiene clitoridianos, es decir, menos intensos.

8. Dolor de cabeza

Eso de “amor, ahora no, me duele la cabeza” es más real de lo que muchos piensan. El doctor Ezpeleta, de la sección de Neurología del Hospital Reina Sofía de Tudela, Navarra, sostiene que un esfuerzo físico intenso, como es un orgasmo, puede provocar en determinados casos una ruptura del aneurisma intracraneal y generar una hemorragia subaracnoidea. Habrá qué creerles entonces.

9. La duración

De que los hombres se suelen obsesionar con la duración del coito, ya lo hemos hablado. La Sociedad Internacional de Medicina Sexual dice que entre la penetración y la eyaculación debe haber, al menos, un minuto. Por otro lado, el Journal of Sexual Medicine asegura que la mejor marca estaría entre 7 y 13 minutos.

10. Cura el hipo

En los anales de la sexología se recogen dos casos de hipo que el doctor Francis Fesmire, de Florida, curó a finales de los 80. Uno de los pacientes tratados llevaba 72 horas con 30 inspiraciones/minuto. Tras varios masajes rectales, el doctor, que había asociado taquicardia e hipo, acabó con la disfunción. El paciente fue dado de alta, y se fue con una sonrisa de oreja a oreja a casa.