Mohamed Al-Zammar, artista plástico palestino de 31 años, vive con su pareja y sus cuatro hijos en el campo de refugiados Al-Bureij, en la región central de la Franja de Gaza, se destaca por hacer esculturas con misiles, es decir, transforma el odio en arte en busca de la paz. “Lo primero que hago es escuchar los noticieros en la radio para ver si, temprano, hubo ataques israelíes con tanques o con aviones en la Franja. Si hubo ataques, entonces voy a los lugares que fueron bombardeados y junto proyectiles, misiles y balas y me los llevo a mi casa”, declara Al-Zammar al diario El Clarín. Esos restos son la materia prima para producir su obra, cuyo objetivo principal, dice, es “enviar mensajes que rechacen la guerra y la muerte”.

La idea de trabajar con material bélico nació después de una gran ofensiva militar israelí, la operación Plomo Fundido. “Encontré docenas de proyectiles, bombas y misiles que habían sido usados para asesinar y para destruir muchísimos lugares. Me traje todo lo que pude a mi casa”, recuerda Al-Zammar, y agrega: “También me inspiró ver en televisión los mensajes de un grupo de niños israelíes en los proyectiles que lanzaban militantes desde Gaza hacia su territorio, pidiéndoles por escrito que detuvieran el ataque”.

El trabajo que Al-Zammar hace con las piezas que encuentra es sencillo: las limpia y las pinta de colores muy vivos y escribe mensajes, algunos inspirados en los versos del poeta palestino Mahmud Darwish. En los misiles puede leerse, en árabe y en inglés, “Queremos paz”, “Nos quedaremos en esta tierra”, “Sus misiles no van a asustarnos” y hasta “Sonría, usted está en Gaza”. Lo que no siempre es simple, describe el artista, es conseguir el material: “Muchas familias quieren conservar el pedazo de bomba que le mató a un hijo o que destruyó su casa. Trato de explicarles que a través del arte podemos lograr que esas armas se conviertan en un mensaje pacífico”.

Desde el refugio en el que vive con su familia, Al-Zammar quiere cumplir con un objetivo: “Mi mensaje para todo el mundo es que los palestinos no son terroristas, sino que aman la paz y la vida, y que aunque Israel esté atacándonos con misiles y bombas, se puede lograr que un arma tenebrosa se convierta en una hermosa obra de arte”.