Hace algún tiempo, , una fotógrafa que preparaba un documental sobre la industria pornográfica, conoció a Marta, una joven de 23 años que llevaba recién 2 semanas como actriz porno. Ambas se hicieron amigas, y de esta comunión nació Llámame Marta, una serie fotográfica que muestra a la persona que lleva el título de pornstar, y que en realidad es solo eso: una persona.

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“Cuando la conocí, me sorprendió mucho lo abierta y sincera que era. Me fascinó que, a la vez que demostraba un carácter fuerte y una gran obsesión por controlarlo todo, era muy tierna y sincera”, cuenta Repina a . “Solo quería reflejar cómo todos estos rasgos coexistían con su nuevo trabajo en la pornografía”.

Las fotografías en blanco y negro nos presentan a una Marta preparándose para una escena triple x, pero también a una mujer que pasea con su perro. Es una fotografía sincera, lo que se ve es lo que es, no hay textos entrelíneas, es el retrato de una persona haciendo su trabajo, viviendo, aspirando a algo, siendo libre, existiendo.