Helmut Newton, fotógrafo alemán-australiano, que tomó su última foto a la vida en el 2004, es considerado como uno de los referentes fundamentales del erotismo en el arte del siglo XX , puesto que su vasta producción, ampliamente imitada, llena de imágenes provocativas, cargadas de erotismo, eran uno de los pilares de la revista Vogue y otras grandes publicaciones. Su sesión de fotos con Madonna para Vogue, puede ser una de sus más célebres trabajos e icónicas del fetichismo.

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Nacido en Berlín en 1920 en el seno de una familia judía acomodada, Helmut era un niño delicado y propenso a los desmayos. Cuando tenía alrededor de 8 años, su hermano comenzó a mostrarle los barrios bajos de Berlín, habitado por prostitutas como el ‘Erna Roja’, quien vestía botas altas y un látigo. “Mis ojos estaban como fuera de sus órbitas”, contó una vez el fotógrafo.

Pero los Newton vivían en el pico de la escala social, de vacaciones en lujosos spas y hoteles europeos que más tarde se convertirían en sus contextos. A los 12 años ahorró dinero para comprar su primera cámara. Años más tarde se decidió a viajar al extranjero y convertirse en un reportero famoso. “En 1936 hice arreglos para que me echaran de la escuela por ser un estudiante sin esperanza”, decía Newton. Con la ayuda de su madre comenzó a trabajar como aprendiz para una fotógrafa de moda y retrato. La respuesta profética de su padre con el camino elegido fue: “Hijo mío, vas a terminar en los bajos fondos”. Dicho y hecho.