Roberto Gómez Bolaños Chespirito fue un genio que desparramaba su talento en distintas disciplinas del arte. Como actor, director y guionista lo conocemos, como pintor quizá no tanto, pero en sus últimos años se dedicó al pincel – como en sus años mozos al dibujo -. Pero la poesía era algo que era implícito en él. Mucho de sus personajes usaban la rima ágil para hacer florecer sonrisas o simplemente dejarnos sorprendidos ante algún bello ‘origami’ de palabras que estilizaba la historia.

Ante tantas preocupaciones por su salud, y desatinadas falsas noticias sobre su deceso, Chespirito, optó por sacar a la luz una de sus rimas titulada Asilo para el alma, en la cual toca el tema de la trascendencia después de la muerte en un dialogo muy humano con Dios. Aquí se los presentamos:

Asilo para el alma

Yo que iba tan tranquilo

acercándome al final

de mi vida terrenal,

de pronto dudo y vacilo

¿Es verdad que no hay asilo para el alma?

¿Que morir es dejar de existir?

¿Qué la fugaz existencia

no tiene la trascendencia

que me dejaron intuir?

No, eso no, por favor.

Yo con mi libre albedrío,

me atrevo a decir Dios mío

que debe haber un error.

Y perdóname Señor si con esto te incomodo,

sin embargo, de algún modo, te lo tengo que decir:

No me vayas a salir con que aquí se acaba todo.

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