Cuenta la historia que un día como hoy, en 1959 nace en Inglaterra uno de los genios musicales más grandes de nuestra historia, Robert James Smith, soberano de The Cure y que nació con el poder de trascender la barrera del tiempo y de enamorar a millones con su música.

El resto de la historia es muy conocida para sus fans, así que mejor les dejamos 10 de las canciones más representativas de la banda para celebrar el cumpleaños del gran Robert Smith y su peinado como se debe. Escoger solo 10 es un pecado, pero nos dimos el atrevimiento, ¿está tu canción predilecta?

1. “Love Song” (Disintegration)

Existe una emoción tan grande en esta canción que es imposible no cantar con ella. El tema fue el regalo de bodas que le hizo Robert Smith a la que en ese momento se iba a convertir en su esposa, Mary, pero no por ello es una melodía demasiado cursi. El sintetizador es intrigante, la batería suena poderosa y la letra describe, con palabra dulces, sí, pero no con demasiada mermelada, lo que se siente al estar realmente templadazo. Quizá por ello es que esta melodía es uno de sus mayores éxitos.

2. “A Forest” (Seventeen Seconds)

Con un solo de guitarra magnifico hasta sus últimas notas, una vibra cinematográfica que se apoya en las teclas para meternos a un misterioso bosque, utilizando notas graves y una tremenda batería, esta canción es indudablemente un reflejo del sonido que The Cure trabajó en sus inicios. Finalmente, la versión en vivo extendida a más de 10 minutos de duración, “estrenada” luego de que se les pidiera acortar su presentación en un festival en Bélgica hace algún tiempo, hace honor a la voluntad de un conjunto que siempre ha jugado bajo sus propios términos.

3. “A Night Like This” (The Head on the Door)

La melodía original incluye un solo de saxofón en la segunda parte, lo que la aparta de lo que por regla general concebimos como una melodía típica de la banda (quienes regularmente han utilizado una formación de rock más o menos clásica). Sin ser demasiado comercial es atractiva, un poquito pegajosa y pertenece además a un disco icónico de la agrupación.

4. “Boys Don’t Cry” (Boys Don’t Cry)

Incluida originalmente en lo que fuera el debut estadounidense de la agrupación, esta melodía, ya no le pertenece a ellos sino a cualquiera que haya escuchado pop o rock alguna vez en su vida, y a todo aquel que haya pasado por el fin de una relación de la que definitivamente no quiere salir. Además, su letra es un verdadero refugio de angustia adolescente. Es increíble que la agrupación haya conseguido escribir una canción tan simple (lo que es una virtud) y tan buena apenas en sus inicios, aunque tal vez no tanto, si consideramos que el talento de Smith existe y es mucho.

5. “Disintegration” (Disintegration)

El tema, que le da título al mejor disco de la agrupación, es toda una sorpresa por muchas razones. En primera, su duración la hace un tema difícil para programarse en la radio. En segunda, es una muestra clara de la doble personalidad de Smith, quien por un lado fue capaz de escribir para este disco una canción de amor directa como “Lovesong”; y por el otro entregó este poema dedicado al final de los amores, al momento en el que se te viene el mundo encima y a los finales infelices. Más curiosa es todavía si pensamos que, al momento de esta grabación, Smith acaba de casarse con el amor de su vida. La melodía es potente a la manera de The Cure, interesante y no aburre uno solo de sus 8 minutos de duración. Además, es un gran ejemplo de la parte más oscura y artística de Smith y compañía.

6. “Pictures of You” (Disintegration)

Romántica sin ser comercial, sensible sin caer en ridiculeces, “Pictures of You” es uno de sus más grandes sencillos, quizá porque es muy fácil relacionarse con ella cuando uno ha terminado una relación o un capítulo en su vida. Su guitarra es fantástica y la letra es un gran ejemplo de lo que Robert puede hacer cuando está inspirado.

7. “Plain Song” (Disintegration)

Disintegration es un amplio muestrario de las capacidades de la agrupación, de los ritmos en los que ha incursionado y de lo que había aprendido Robert y compañía hasta ese momento. Este track era de hecho el encargado de abrir el disco, y lo hacía de forma majestuosa, con su carga de sintetizadores, que incidentalmente el conjunto utilizó muchísimo en este disco.

8. “One Hundred Years” (Pornography)

La responsable de abrir Pornography, esta melodía tiene un riff magnífico y muy viajado, cargado de vibras misteriosas y un poco aterrorizantes, como todo lo que nos ofreció el grupo en esa producción. Es otra de esas canciones que ponen a todos a viajar por bosques oscuros en los conciertos de la agrupación.

9. “Just Like Heaven” (Kiss Me, Kiss Me, Kiss Me)

Hablar de perfectas canciones pop sin mencionar esta maravilla es un crimen. Smith la describió como un tema sobre besar a alguien y después caer al piso de la emoción; además, parece que durante su grabación hubo una presencia femenina muy grande (cortesía de las novias de los diversos miembros del grupo). Es cursi, sí, y los fans más oscuros del grupo la odian con ganas, sí, pero también es simplemente irresistible.

10. “Close to me” (The Head on the Door)

Juguetona, amable, divertida, alegre, llena de metales y sonidos “raros”, popera hasta la muerte. Es inevitable no recordar su video (con la agrupación encerrada en un armario) cuando uno escucha esta canción. Representa además el inicio de una época más ligera en la vida musical del grupo, esa que inspiraría discos como Wild Mood Swings.