Tony Iommi, el mítico guitarrista de Black Sabbath, ha hablado sobre su actual estado de salud, tres años después de que le diagnosticaran un linfoma, y ha asegurado que no está seguro de si alguna vez se recupere totalmente. “Podría vivir diez años más o solo uno, no lo sé”, ha confesado a The Mirror. A pesar del repentino revés en su salud, Iommi fue capaz de grabar el primer disco de Black Sabbath con Ozzy Osbourne cantante en 35 años, que llegó a las tiendas en junio de 2013, acompañado de una gran gira mundial repleta de conciertos.

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“Tras publicar el álbum hicimos 81 conciertos en 28 países. Realmente lo disfruté, pero fue duro. Cada seis semanas tenía que volver a casa para seguir el tratamiento en el hospital a las afueras de Birmingham. Después debía permanecer en casa otras dos o tres semanas para recuperarme antes de poder volver con la banda”, ha explicado.

Iommi ha añadido que tardó dos meses en recuperarse al terminar la gira el pasado mes de julio, y que los doctores le dijeron que se había estado “forzando demasiado”. “Terminé el tratamiento en verano, lo cual es bueno porque tengo más energía ahora, pero no sé si este tratamiento funcionó”, ha admitido.

“El cirujano me dijo que no esperaba que el cáncer desapareciera. Hay un 30 por ciento de posibilidades de que ocurra, pero es más que probable que regrese y eso podría ser en cualquier momento”, ha relatado, para después sentenciar: “Veo la vida de una forma diferente ahora. Podría vivir otros diez años o solo uno, no lo sé”.