Kurt Cobain: Montage of Heck, el documental sobre la vida del líder de Nirvana, arrasó en el festival de Sundance. El documental compaginado por Brett Morgen también logró algo inimaginable: consiguió que Courtney Love y Frances Bean Cobain, productora de la cinta, se dejaran fotografiar abrazadas, algo poco común dada la ‘especial’ relación de madre e hija. Montage of Heck será estrenada el 4 de mayo a través de la cadena de televisión estadounidense HBO.

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“Yo solo quería dar a Frances unas horas más con su padre”, dijo Morgen durante la presentación del filme. Ella estaba entre el público, y la madre de Kurt, su hermana Kim, Krist Novoselic y Courtney Love, a quien agradeció por su confianza: “Les reto a que encuentren a alguien que les dé las llaves de su archivo y diga: ‘Rebusca en toda mi mierda, haz una puta película y la veré cuando esté hecha”.

Decir que Morgen tiene acceso sin restricciones a las pertenencias personales del frontman sería decir poco. Podemos ver a Kurt Cobain sin filtros, hasta obtenemos una mirada incómodamente íntima de su vida con Courtney, incluyendo ‘selfis’ de la pareja besándose, borrachos de amor el uno por el otro, sobre todo cuando Frances Bean Cobain entra en escena.

Kurt fue siempre un padre cariñoso, su amor por su hija siempre fue de conocimiento público, pero ser testigo de ello mientras se le ve rodando por el suelo con ella y cómo ella se ríe a carcajadas, pone cada cosa en su lugar. El documental no va sobre el portavoz de una generación; se trata de un ser humano, y un marido y un padre. El momento más inquietante del documental llega cuando se escucha a Cobain respondiendo con una risa escalofriante a una pregunta del afamado David Fricke de Rolling Stone sobre un descarte de In Utero titulado I Hate Myself and Want to Die (Me odio y quiero morirme).

El documental de Brett Morgen es algo más que una visión obligada para los fans de Nirvana. Es una labor de ocho años que ofrece una mirada privada a la mente del artista, desde sus primeras acciones creativas hasta la espiral descendente que le llevó al suicidio el 5 de abril de 1994. Y cuando llega la toma final no es que sientas solo que ya conoces mejor a Cobain; es que te quedas emocionalmente arrasado.

Fuente: Rolling Stone