Según se indicó, todo formaba parte de un proceso de iniciación, que incluía comer corazones de niños.
Los tres involucrados vendieron la comida hecha con carne humana a los vecinos y niños.
La Policía lo halló cuando devoraba su globo ocular y parte de su rostro.
En la casa del detenido se encontró herramientas con las que descuartizó el cuerpo y, en el frigorífico, parte del órgano humano.
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