La polémica marcha “Unir a la derecha” convocada por un grupo de blancos supremacistas en Charlottesville (Virginia, en Estados Unidos) se saldó con tres muertos y varios heridos por enfrentamientos con opositores y obligó a la declaración de estado de emergencia de seguridad por parte del gobernador, Terry McAuliffe.

McAuliffe se vio obligado a declarar emergencia estatal para ayudar a “las autoridades a responder a la violencia” y obligó a cancelar la concentración en el Emancipation Park de la ciudad.

Jason Kessler, organizador de la marcha, subrayó en un comunicado que se trata de defender la Primera Enmienda de la Constitución que protege la libertad de expresión y respaldar a “los grandes hombres blancos que están siendo difamados, calumniados y derribados en EE.UU.”.

La polémica marcha “Unir a la derecha” se organizó en protesta por la retirada de una estatua homenaje al general confederado Robert E. Lee, quien lideró a las fuerzas sureñas durante la Guerra Civil estadounidense, y que ya generó choques violentos ayer.

La manifestación ha sido descrita como “el mayor encuentro de odio de su clase en décadas en EE.UU.”, según el Southern Poverty Law Center, un grupo que investiga a los que fomentan la violencia racial.

El presidente estadounidense, Donald Trump, condenó “todo lo que representa el odio” y llamó a la “unidad” de todos los estadounidenses, tras los enfrentamientos violentos en la marcha.

“Debemos estar TODOS unidos y condenar todo lo que representa el odio”, dijo Trump en un mensaje en Twitter, su red social favorita.

Fuente: EFE

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