Los alumnos del instituto de Santa Fe (Texas, ), donde un joven causó una matanza que dejó diez muertos y trece heridos hace once días, regresaron hoy a las clases tras más de una semana de dolor y emoción por la tragedia.

El centro educativo permanecía cerrado desde el pasado 18 de mayo, fecha en la que Dimitrios Pagourtzis, de 17 años y alumno del centro educativo, acudió armado con una escopeta y una pistola, así como con varios artefactos explosivos, con los que abrió fuego contra sus compañeros.

La Policía Federal, junto a las autoridades locales y los Texas Rangers, han mantenido la investigación sobre el terreno durante este tiempo para garantizar que en la zona no queda ningún sospechoso que pueda suponer un peligro para la comunidad.

El Distrito Escolar de Santa Fe anunció, además, el aumento en las medidas de seguridad del instituto, que se verán reforzadas con un nuevo programa que el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, impulsará como resultado de los debates sobre el control de armas organizados como consecuencia de este suceso.

La iniciativa está prevista para el próximo curso, ya que el calendario lectivo actual finaliza en apenas unos días, concretamente, este viernes 1 de junio.

A pesar de que el Distrito Escolar rechazó el despliegue de la prensa para respetar la intimidad de los alumnos en este duro momento, medios locales informan de que centenares de personas se encuentran en las inmediaciones del edificio con pancartas y mensajes de apoyo para los jóvenes y sus familiares.

En el tiroteo fallecieron ocho alumnos y dos profesores, y resultaron heridas otras trece personas, entre ellas el agente de seguridad que trató de detener al atacante en los primeros momentos.

Esta semana, el padre del autor material y propietario de las armas con las que se produjeron los disparos, Antonios Pagourtzis, dijo en una entrevista al diario The Wall Street Journal que su hijo era un “buen chico”, por lo que sus terribles actos “deben estar motivados por los abusos y el maltrato sufridos en el colegio”.

El joven Pagourtzis continúa aislado sin fianza en una prisión de Galveston (Texas), acusado de asesinato en primer grado y ataque contra un agente de la autoridad, cargos con los que podría afrontar una condena a cadena perpetua.

Sin embargo, debido a que en el momento del crimen era menor de edad, se le puede conceder la libertad condicional cuando cumpla al menos 40 años del castigo.

Esta ha sido la peor matanza escolar desde la ocurrida en Florida en febrero, con la muerte de 17 personas, y el suceso número 23 de estas características en lo que va de año en Estados Unidos.

Fuente: EFE