El exagente de los servicios de Inteligencia de Estados Unidos Kevin Mallory, que se encuentra bajo arresto acusado de haber entregado documentos confidenciales a China, aseguró que su intención era poner al descubierto la red de espías que Pekín tiene en el país, informaron hoy medios locales.

“Entregó lo que pensó que era información sin ningún valor con el propósito de mantener el interés de sus contactos chinos hasta que la CIA se reuniera con él”, alegó la defensa de Mallory durante el proceso judicial al que se enfrenta, según documentos divulgados este martes por el diario Washington Post.

Sin embargo, la Fiscalía considera que si el exagente no entregó documentos de mayor valor a los servicios de inteligencia chinos fue tan solo porque su intención era el “desarrollar una relación duradera y económicamente rentable” de manera paulatina.

Mallory, de 61 años, sirvió en las Fuerzas Armadas estadounidenses antes de incorporarse a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en 1990.

Tras trabajar 6 años en la CIA, Mallory abandonó la agencia y se incorporó a distintos servicios de Inteligencia del Gobierno, hasta que en 2012 abrió su propia consultoría.

La acusación, sin embargo, asegura que los únicos ingresos del exagente en 2017 fueron los 25.000 dólares pagados por funcionarios chinos a cambio de los documentos.

También sostiene que lejos de estar intentando detectar una red encubierta de espías asiáticos, el propósito de Mallory era utilizar el dinero para hacer frente a sus propias deudas.

Mallory será juzgado por sus acciones por un tribunal del estado de Virginia, donde también aguarda juicio otro exagente de la CIA, Jerry Chun Shing Lee, quien fue arrestado en enero en el aeropuerto internacional John F. Kennedy de Nueva York, acusado también de haber facilitado información confidencial a Pekín.

Fuente: EFE