Las autoridades de Nueva York advirtieron este martes del riesgo de que las protestas contra el racismo y la violencia policial desencadenen un rebrote del en la ciudad y urgieron a los manifestantes a tomar precauciones.

“Expresen su indignación, pero sean responsables, porque lo último que queremos es ver un aumento del número de casos de COVID”, dijo el gobernador neoyorquino, Andrew Cuomo, en una conferencia de prensa, en la que volvió a dar su apoyo a las manifestaciones pacíficas y a desvincularlas de los disturbios y saqueos vistos durante las noches, con los que fue muy crítico.

Según dijo, el mensaje de las protestas iniciadas tras la muerte de George Floyd a manos de la Policía en Mineápolis (Minesota) es “muy importante” y la rabia está “justificada”.

“Pero recuerden que estamos todavía en medio de la pandemia del COVID-19”, insistió Cuomo, que pidió cooperación para poder seguir dando “buenas noticias” en cuanto a la evolución de la enfermedad en Nueva York.

	El gobernador neoyorquino, Andrew Cuomo, volvió a dar su apoyo a los manifestantes, pero pidió “responsabilidad”, pues “aún nos encontramos en plena pandemia del COVID-19”. (Foto: EFE)
El gobernador neoyorquino, Andrew Cuomo, volvió a dar su apoyo a los manifestantes, pero pidió “responsabilidad”, pues “aún nos encontramos en plena pandemia del COVID-19”. (Foto: EFE)

Según dijo, las hospitalizaciones continúan bajando, el número de nuevos casos también – con 154 positivos en el último día- y el lunes se registraron 58 muertos, una de las cifras más bajas desde que comenzó la pandemia, aunque un repunte ligero frente a los 54 y 56 de las jornadas precedentes.

Según el recuento de la Universidad Johns Hopkins, hasta ahora han fallecido en el estado 29.917 personas por el coronavirus.

El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, también expresó este lunes su preocupación por un posible “resurgimiento” de la enfermedad “a causa de las protestas”.

Según apuntó, hasta el jueves pasado la ciudad estaba centrada en “luchar” contra el coronavirus y eso ha permitido mantener a raya los contagios y situar su reapertura el 8 de junio.

“Creo que la gente ha dejado clara su posición, el cambio viene, y desearía que ahora se den cuenta de que, en nombre de la salud de todos los neoyorquinos, es hora de volver, estar en casa y pasar página. Y los que son criminales y violentos deben irse”, expresó el alcalde, que no obstante reconoció la dificultad de la situación.

“Ves una nación entera simultáneamente enfrentando una crisis extraordinaria, basada en 400 años de racismo en EE.UU.”, dijo De Blasio, quien consideró este momento “histórico, poderoso y doloroso” y matizó que “no se va a ignorar la realidad”. EFE