Un joven problemático, que había estado en tratamiento psiquiátrico y que alardeaba en de poseer armas. Así es como comienza a emerger la identidad de Nikolas Cruz, de 19 años, autor de la , Florida, en la que murieron 17 personas, la mayoría estudiantes.

El padre adoptivo de Nikolas Cruz falleció hace unos años y su madre, la única persona con una relación estrecha con el chico, murió en fechas próximas al Día de Acción de Gracias, en noviembre pasado.

La investigación apunta a que Nikolas Cruz fue expulsado del instituto el año pasado tras una pelea con la nueva pareja de su exnovia.

El joven activó las alertas de incendio con granadas de humo y, cuando sus antiguos compañeros salieron de las aulas, comenzó a disparar con un arma, según medios locales.

Nikolas Cruz regresó al colegio movido por el ansia de “venganza”, según señaló el alguacil del condado de Broward, Scott Israel.

problemas mentales

Jim Gard, profesor de Matemáticas del instituto Marjory Stoneman Douglas, donde se produjo el tiroteo, dijo que el curso pasado le fue prohibido a Nikolas Cruz acceder al recinto colegial con mochila.

“Hubo problemas con él y amenazó a los estudiantes, por lo que se le pidió que abandonara el campus”, comentó Gard al diario The Miami Herald.

Otros estudiantes relataron a diferentes medios que el presunto autor del tiroteo alardeaba de tener armas en casa y bromeaba con la idea de que “iba a disparar en la escuela”.

Conocidos de Nikolas Cruz comentaron que habían cortado las relaciones con él por los extraños comentarios que subía a , en los que traslucía su gusto por disparar a los animales y mostraba fascinación por las armas.

Un tipo “extraño” es uno de los calificativos más usados por los estudiantes de bachillerato del colegio que conocieron a Nikolas Cruz, quien había recibido tratamiento psiquiátrico en una clínica de problemas mentales, pero luego dejó de ir.

Dakota Mutchler, una estudiante de 17 años que asistió a la escuela con Nikolas Cruz, dijo que “había algo desagradable en él” y que al pasar a la secundaria comenzó “a volverse un poco más raro”, hasta el punto que llegó incluso a vender cuchillos que extraía de su fiambrera.

Vecinos de Nikolas Cruz señalaron al diario Sun-Sentinel que habían tenido que llamar en varias ocasiones a la Policía por incidentes con el joven, algunos de ellos relacionados con disparos a pollos.

Sobre el joven exalumno de este instituto pesan ahora 17 cargos de asesinato premeditado, uno por cada persona muerta en el tiroteo que se produjo unos 20 minutos antes de la conclusión de la jornada escolar.

Fuente: EFE