Ronald Dorff es un anciano que vive en el distrito de Woodland Hills, en el Valle de San Fernando (California) que denunció que la empresa AT&T quiso cobrarle 24 mil dólares por el uso de internet.

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Dorff, de 83 años, aseguró que pagaba solo 51 dólares; sin embargo, en una ocasión le llegó un recibo de 8.341 dólares. El anciano llamó a la compañía que le prometió enviar a alguien a revisar el problema, pero nunca lo hicieron.

Un mes después, en lugar de ver su el monto reducido, el recibo decía que el anciano debía pagar 24.298 dólares, que curiosamente es la misma cantidad que Dorff recibe anualmente del Seguro Social.

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Nuevamente el hombre llamó a la compañía, que esta vez si envió a un técnico para revisar su conexión. Éste descubrió que el acceso a internet del anciano se conectaba a un número de larga distancia por tiempos prolongados, que ocasionaba los cargos exorbitantes en su recibo.

Inicialmente, la empresa no quiso condonar la deuda; sin embargo, una vez que el caso se volvió mediático, la compañía AT&T tomó otra decisión. “Hemos condonado los cargos y le explicamos cómo usar un número local para obtener el servicio”, informaron en un comunicado.

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