En el 2012, un vehículo golpeó el automóvil donde viajaba Mónica Espino y su pequeña hija Abigail, que en ese tiempo tenía tres años de edad.

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El choque ocasionó que el vidrio de la ventana se quebrara en muchos pedazos que lamentablemente se incrustaron en la cara de la pequeña.

“El vidrio le cortó la superficie del ojo. La niña estuvo una semana en el hospital”, recordó la madre que espera con ansias el próximo 11 de julio, fecha en que dos cirujanos plásticos de Beverly Hills le devolverán la sonrisa a Abigail.

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“A veces se pone triste. Ella cree que es fea, especialmente cuando escucha comentarios de otros niños preguntando que por qué ella es así”, dijo Mónica que asegura que su hija se cubre el rostro con su cabello cuando está con personas que recién conoce.

Según comentó la madre, los médicos removerán tres pedazos de vidrio que aún tiene cerca del ojo y le reconstruirán la ceja utilizando su propio cabello.

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“Toda la operación durará unas cuantas horas y podrá regresar a casa el mismo día. Doy gracias a Dios que hay gente buena que le gusta ayudar a otras personas más necesitadas”, acotó la madre.

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