Ubicado en el East River, entre los distritos neoyorquinos de Queens y Bronx, es un verdadero infierno o un agujero negro para sus internos. La prisión más famosa de está a un paso de ser cerrada definitivamente.

Este complejo, de 167 hectáreas, formado por varios edificios, se utiliza como sinónimo de brutalidad, incompetencia, corrupción y negligencia. Sus carceleros han sido acusado de golpear en la cabeza y patear a los presos y de cometer otros actos atroces.

Su mala fama le acompaña desde su apertura, en 1932. Ahí se enfrentan todos, desde reclusos contra reclusos, reclusos contra oficiales y, carceleros contra internos. La violencia institucional es la que obligó a las autoridades y al alcalde de New York, Bill de Blassio, a cerrarla.

Por Rikers Island, además de Strauss-Kahn (ex hombre fuerte del Fondo Monetario Internacional), han pasado Sid Vicious, bajista de los Sex Pistols, o Mark David Chapman, asesino de John Lennon. Sin embargo, el caso que más avergüenza es el de Kalief Browder.

En el 2010, este afroamericano de 16 años fue detenido en el Bronx por el supuesto robo de una mochila. Siempre lo negó. Estuvo encerrado tres años, gran parte en confinamiento solitario. Nunca hubo juicio. Se suicidó en el 2015. Su historia, relatada en The New Yorker, provocó una indignación que no ha dejado de crecer.

El complejo, al igual que la más famosa prisión de Alcatraz, es conocido como “The Rock” por los prisioneros, y ha sido fuente de inspiración de muchos de los músicos de rap que han estado detenidos allí (Tupac Shakur, Lil Wayne).

adiós al terror

El anuncio del cierre de esta prisión fue hecho el pasado 31 de marzo por el alcalde Bill de Blasio, en un proceso que se extenderá por una década con el fin de trasladar a los reclusos a centros de detención más pequeños que serán construidos.

“Es un buen primer paso” en la dirección correcta para reformar el sistema de justicia criminal y “devolver la dignidad” a las mujeres, hombres y adolescentes que esperan allí por su proceso en los tribunales o para cumplir una sentencia, dijo a Efe Glen Miller, activista que vivió en carne propia la brutalidad de The Rock.

“Cuando fui a Rikers (por robo a mano armada) tenía 16 años y una fianza de $1,500”, dijo Miller, que en su segundo día en la cárcel fue apuñalado en cuatro ocasiones.

Según estadísticas manejadas por la alcaldía de New York, el 40% de los reclusos de Rikers sufre de problemas de salud mental. De todos ellos, el 54.6% de los detenidos son negros, el 33.7% son latinos y 7.2% blancos.

La mayoría pasa todo el día en sus celdas o alrededor de estas, “sin recreación, sin biblioteca, con nada” o en confinamiento solitario durante 23 horas, señaló Miller.

(Fuente: EFE)

este video te puede interesar

TAGS RELACIONADOS