Michael Mastaler, un agente del Departamento de Policía de Rialto (California) dejó suelto a su compañero de trabajo “Jango”, en el patio trasero de su casa, pensando que su hijo se encontraba dentro jugando videojuegos. Sin embargo, luego de unos minutos, el oficial confirmó lo peor. El perro había atacado a su propio hijo de tan solo 4 años.

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Después del incidente, el pequeño fue trasladado al Centro Médico de la Universidad de Loma Linda, donde los médicos no tuvieron otra alternativa que amputarle su pierna izquierda.

El perro se encuentra actualmente en cuarentena, mientras se analiza si debería ser sacrificado o continuar su trabajo como agente K-9 en el Departamento de policía de Rialto.

Por su parte, el agente Mastaler podría recibir sanciones por haber dejado al perro libre sin supervisión de un agente.

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