Los indígenas chamulas, reconocidos por la mezcla de tradiciones mayas y católicas, llegaron hoy con su fervor religioso a la Basílica de la , tras una peregrinación de 900 kilómetros desde las montañas del sureste de México.

Poco más de 913 kilómetros recorrieron desde su comunidad de San Juan Chamula, estado suroriental de Chiapas, a Ciudad de México para expresar su devoción, agradecimiento y peticiones ante la Virgen de Guadalupe.

Ana María Gómez contó a Efe que viajó hasta la capital para pedirle a la “salud, trabajo, bienestar para todos, que ayude a los más necesitados, hay mucha gente en los hospitales, en la cárcel que son inocentes o muchos que pasan hambre”.

Nacido en pleno centro de la cultura chamula, Luis Gómez indicó que cada peregrino tiene sus propias peticiones a la .

“Cada peregrino sabe qué va a ir a pedir, unos por estudio, otros por trabajo, tal vez algunos sufren de familiares enfermos, (…) van a ir con fe y sabemos que se les va a cumplir”, sostuvo.

La peregrinación salió el sábado en camiones de carga y, tras largas horas de viaje, llegaron este domingo al mayor templo católico de México, en el marco de la celebración de las apariciones de la al indio Juan Diego, ocurridas entre el 9 y el 12 de diciembre de 1531.

Ofelia Girón Gómez detalló los preparativos que hicieron para la peregrinación, los cuales dan inicio con una reunión en casa del responsable y culminan cuando le presentan todos a la virgen sus oraciones y sus peticiones.

“Todos tomamos café, pan entre toda la familia, ya luego nos vamos a la iglesia a hacer el rezo (…) Nos preparamos desde las 3 de la mañana (para) pedir por mis hijos, por mi esposo y por mí, más que nada por la salud y el amor”, comentó.

Los que se que quedan en San Juan Chamula también celebran. En sus hogares y comunidades preparan los altares y piden servicios religiosos que son acompañados por serenatas, que forman parte de la tradición guadalupana.

El pueblo de San Juan Chamula, ubicado a once kilómetros de San Cristóbal de Las Casas, tiene alrededor de 67.000 habitantes, principalmente de la etnia tzotzil y en su mayoría profesan la fe católica, aunque conservan sus tradiciones y creencias de origen prehispánico.

Ataviado con su traje regional, Alfredo Pérez, indígena maya-tzotzil de la zona Altos de Chiapas, por más de 30 años ha dejado todo para celebrar a la Virgen de Guadalupe, en unión con su familia y otras 50 personas.

“Le agradezco a la Virgen que hemos permanecido (con) esta cultura y esta tradición y esperemos que esto nunca se quede atrás y lo vamos a ir reforzando” con la enseñanza de esta tradición a los niños, dijo Pérez.

Las peregrinaciones de indígenas a la Basílica son una muestra de la devoción por la Virgen de Guadalupe que surgió en México de una manera casi simultánea a sus apariciones en 1531 a San Juan Diego, canonizado en 2002 por el papa Juan Pablo II.

Cada año millones de fieles llegan procedentes de todos los puntos de la geografía nacional hasta la Basílica para conmemorar las apariciones de la Virgen de Guadalupe el 12 de diciembre, una fiesta que incluye danzas y ritos prehispánicos.

EFE

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