Varios chavistas y opositores se enfrentaron al concluir una misa ofrecida por el cardenal Jorge Urosa Sabino poco antes de que se iniciara la , en el centro de Caracas, .

El enfrentamiento se originó luego de que el también arzobispo de Caracas pidiera en su homilía a los feligreses elevar sus súplicas para pedir a Jesucristo que “ayude a resolver nuestros conflictos de manera pacífica y democrática”, a lo que una parte de los asistentes a la misa respondieron con consignas que reclamaban “libertad”, mientras otros lo hicieron con lemas a favor del Gobierno.

Varios dirigentes opositores estaban sentados en los primeros palcos de la basílica de Santa Teresa, donde se oficia habitualmente la misa previa a la procesión del nazareno, una de las tradiciones más antiguas de los caraqueños, celebrada todos los miércoles de Semana Santa con una peregrinación multitudinaria.

Este año la oposición venezolana convocó a sus partidarios a sumarse “con respeto” a la celebración religiosa portando la bandera nacional.

En declaraciones a los periodistas al concluir la ceremonia, el dirigente opositor Antonio Ecarri acusó al chavismo de tener “barras” (grupos de apoyo) oficialistas dentro de la misa y pidió “respeto a la Iglesia, respeto a la fe cristiana, y respeto a la tolerancia”.

Ecarri aseguró que Urosa fue agredido cuando salía del templo, por simpatizantes del oficialismo con golpes, empujones e insultos.

El chavismo ha acusado en reiteradas oportunidades a Urosa y a los líderes de la Iglesia venezolana de favorecer a sus opositores y promover la desestabilización y la violencia en el país, acusaciones que han sido rechazadas por los sacerdotes.

La dirigente chavista Zulay Aguirre, que acudió también a la basílica, aseguró a través de la televisión estatal que la reacción de los simpatizantes del Gobierno fue provocada por el cardenal que, dijo, “llamó dictador a en plena misa”.

“El cardenal Urosa faltó el respeto a los feligreses”, aseguró Aguirre y afirmó además que los opositores “son unos irresponsables, llegaron con sus medios golpistas a sabotear y generar violencia eso fue lo que hicieron”.

Lo ocurrido dentro de la iglesia, agregó, fue organizado por los dirigentes opositores – entre ellos, dijo, la exdiputada María Corina Machado – para “sabotear” la tradición.

Por su parte, Machado señaló al final que la misa que este es un momento en el que los venezolanos deben encontrarse y “traer un mensaje de mucha serenidad, de mucho respeto, pero de mucha firmeza”, porque “en esta hora lo que se está es jugando es el futuro de nuestros hijos y de toda Venezuela”.

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Fuente: EFE