Lorenza Pérez, la señora del barrio de San Francisco, en Cartagena, que hoy visitó el además de la emoción abrirle la puerta de su casa tuvo que ser una enfermera improvisada.

Lorenza, que había sido elegida por su enorme labor social en esta barriada marginada de Cartagena, recibió con emoción al cuando entró a su casa.

Ataviada con una simple camiseta blanca, Lorenza abrazó al pontífice y conversó algunos minutos con él.

Pero su sorpresa fue cuando vio que el tenía un corte en la ceja y un fuerte golpe en el pómulo, que le dejó un visible hematoma.

Lorenza entonces puso hielo en el pómulo del para bajarle la hinchazón y buscó una tirita para el corte en la ceja, según confirmaron fuentes vaticanas.

El se golpeó a la llegada del barrio de San Francisco con el parabrisas del papamóvil al ir a saludar a un niño.

El Vaticano confirmó que el estaba bien e incluso el pontífice argentino bromeó cuando le preguntaron qué le había pasado.

“Me di una piñada (puño o golpe), estoy bien”, dijo el sumo pontífice a un periodista de Caracol Radio al salir de la casa de Lorenza.

Fuente: EFE

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