El llegó a Bogotá para una esperada visita pastoral de 5 días a Colombia que incluye, además de la capital, las ciudades de Villavicencio, Medellín y Cartagena.

El avión que transportó al Papa Francisco, un Airbus A330 de Alitalia aterrizó a las 16.10 hora local (21.10 GMT), veinte minutos antes de lo previsto, en la base aérea de Catam, anexa al aeropuerto internacional El Dorado de Bogotá, donde lo esperó el presidente Juan Manuel Santos.

El Papa Francisco bajó por la escalerilla del avión de Alitalia que lo trajo al país y saludó con un apretón de manos al jefe de Estado y a su esposa, María Clemencia Rodríguez, con quienes conversó brevemente, así como al nuncio apostólico Ettore Balestrero.

El Papa Francisco, el presidente y la primera dama colombiana se desplazaron luego por el tapete rojo, conversando de manera animada, mientras la Orquesta Sinfónica Nacional interpretaba el coro inicial de “Gloria”, de Antonio Vivaldi.

La aeronave, bautizada con el nombre del pintor veneciano Giovanni Battista Tiepolo, recorrió la pista exhibiendo por las ventanillas del piloto las banderas de Colombia y del Vaticano, como es habitual en los viajes papales.

Para la llegada del Papa Francisco, el aeropuerto El Dorado suspendió temporalmente las operaciones aéreas.

rompió el protocolo

Enseguida el Papa Francisco recibió una paloma de la paz que le presentó Emmanuel, el hijo nacido en el cautiverio de Clara Rojas, política que estuvo casi 6 años secuestrada por las FARC.

Igualmente el Papa Francisco saludó sonriente a varios niños, así como al gabinete ministerial, entre los cuales estaba el vicepresidente colombiano, Óscar Naranjo.

Después de los saludos protocolarios, dos grupos folclóricos bailaron danzas típicas colombianas, entre ellas la popular “Yo me llamo cumbia”, cuya presentación Santos explicó al obispo de Roma, que la siguió atentamente.

El Papa Francisco rompió el protocolo para abrazar a varios discapacitados, entre ellos militares y policías heridos en combate, uno de los cuales le entregó un pequeño obsequio, así como a niños con Síndrome de Down.

Tras ese momento, el Papa Francisco recibió un manojo de rosas de una niña y bendijo varios objetos y agua que le presentaron las personas a las que abrazó, entre las cuales había también ancianos.

Además del presidente, su familia y el alto Gobierno, esperaron al Papa Francisco en la pista decenas de invitados especiales, entre ellos ministros, miembros del equipo negociador de paz, representantes de fundaciones sociales, indígenas, artistas, deportistas, gobernadores y alcaldes de varias ciudades, entre otros.

Una vez concluyó el recibimiento, el Papa Francisco abordó el papamóvil para un recorrido de 15 kilómetros que le llevará hasta la nunciatura apostólica, donde pernoctará.

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Fuente: EFE