Un grupo de activistas proinmigrantes aseguraron desconfiar de una investigación que llevó a cabo el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) que libra de culpa a los guardias de un centro de detención en Karnes City (Texas), quienes habrían abusado sexualmente de las detenidas.

Dicha investigación realizada por la Oficina del Inspector General (OIG) del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) reveló que no encontró evidencias de abuso sexual en ninguna de las mujeres detenidas en Karnes City.

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Marisa Bono, una abogada de la organización MALDEF y quien presentara la queja en octubre pasado, señaló que el mencionado informe determinó que hubo conducta sexual entre dos guardias de seguridad en la lavandería de Karnes, pero no mencionó medidas correctivas ni explicó en qué condiciones se interrogó a las mujeres.

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Por su parte, Barbara Hines, cofundadora de la Clínica de Inmigración de la Universidad de Texas, dijo que el gobierno debe recurrir a alternativas menos costosas y más humanas, especialmente para solicitantes de asilo.

“No nos satisface el informe porque tanto testigos como víctimas tienen miedo de hacer denuncias, y otros detenidos posiblemente hayan sido deportados”, dijo.

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