Un grupo de 20 inmigrantes hondureños, que perdieron sus brazos y piernas tratando de llegar a Estados Unidos subidos en La Bestia, el peligroso tren que lleva a miles de indocumentados a la frontera, buscan una reunión con el presidente Barack Obama para expresarle lo dañino que resultan sus programas fronterizos que buscan frenar la inmigración ilegal.

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“No tenemos papeles y por eso cruzaremos por el río Bravo, no nos queda otra”, dijo José Luis Hernández, líder de la Asociación de Migrantes Retornados con Discapacidad, que es integrado por más de 400 lisiados.

Según comentó el inmigrante si la corriente no los ahoga o si la Patrulla Fronteriza no los detiene, podrán llegar a la Casa Blanca donde contarán sus historias al mandatario norteamericano.

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“Escuchará el dolor que causa aguantar hambre, sed, persecución por bandas delictivas y de policías en México”, señaló Hernández, quien perdió un brazo y una pierna luego de caer desde lo más alto de un vagón de “La Bestia”, debido a que perdió el conocimiento por el cansancio.

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Según cifras oficiales, cada año 200 inmigrantes quedan mutilados luego de caer de uno de los vagones de “La Bestia”. Asimismo, cerca de 2500 personas quedan desaparecidas en el trayecto.

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