En el año 2009, la escuela Nuestra Señora de Hungría de South Bend (Indiana) se vio obligada a lavar autos y a ingeniárselas con ventas de cualquier cosa para seguir funcionando. Sin embargo, hubo dos factores importantes que ayudaron económicamente a este centro de estudios.

Según Kevin Goralczyk, director de este plantel, el cambio de fortuna se dio gracias a la decisión de dicho colegio de incorporar en sus instalaciones a la creciente población de inmigrantes de Indiana. Así como también a un programa estatal de subsidios que costea buena parte de la matrícula de los alumnos de familias de bajos recursos que optan por una escuela privada.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: EE.UU: Diferencias entre ciudadanos y residentes permanentes

En sus buenos tiempos, esta escuela privada llegó a tener hasta 702 alumnos. Sin embargo, en el 2009 la cifra cayó hasta 70. Razón por la cual, dicho centro educativo figuraba en una lista de escuelas que iban a ser cerradas a menos que consigan dinero para hacerles frente a sus deudas.

En la actualidad las cosas han mejorado, la escuela tiene unos 185 alumnos que van desde jardín de niños hasta el octavo grado, además de 14 niños en edad preescolar. Su director resalta que el 90% de alumnos son hispanos, el 5% afroamericanos y el 5% restante niños nacidos en Estados Unidos.

TE RECOMENDAMOS LEER: EE.UU: Consejos para pasar la entrevista de solicitud de visa

“Nuestra señora de Hungría siempre ha sido un lugar al que vienen inmigrantes. Solo que ahora vemos otro tipo de inmigrante, el inmigrante hispano”, expresó Goralczyk.

El director aseguró que los progresos académicos son un desafío para esta escuela. “Cuando el inglés es la segunda lengua para el 90% de los estudiantes. Las reuniones con los padres se hacen más largas, por ejemplo, porque se necesitan intérpretes”, sostuvo.

Si deseas conocer la historia completa, puedes entrar aquí