Un grupo de activistas y líderes religiosos de El Bronx (Nueva York) realizó una movilización para liberar a varias mujeres inmigrantes de los grilletes electrónicos que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos les puso en los tobillos.

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La Iglesia Evangélica Española de El Bronx actualmente alberga a 85 mujeres que llevaron en sus tobillos, hasta por cuatro meses, estos dispositivos electrónicos diseñados para monitorear la ubicación del portador en tiempo real.

Luego de que presionaran por condiciones más humanas para esas mujeres inmigrantes, el ICE liberó a las inmigrantes de los grilletes electrónicos, sin embargo, las siguen monitoreando de otras maneras.

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Como en el caso de Melanie Jerónimo (30), quien cruzó la frontera con su hija menor. Ella está obligada a responder religiosamente las llamadas mensuales del ICE.

“Me advirtieron que si no respondo a la llamada telefónica por tres meses seguidos, me volverán a poner el grillete. No quiero de nuevo esa pesadilla. Es horrible soportar que la gente me vea como a una delincuente. Piensa que hice algo muy malo y vergonzoso”, sostiene

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Otro lamentable caso es el de Ingrid Flowers (33), quien llevó un grillete electrónico por cuatro meses que le provocó una infección severa en el tobillo. “Vine huyendo de Honduras porque las pandillas quemaron mi casa”, dijo llorando.

Por su parte, Mirtha Colón, directora de Casa Yurumein, una organización defensora de los derechos de los inmigrantes aseguró que la vigilancia telefónica provoca a estas mujeres una devastación emocional similar al grillete. “El estrés crece al estar en un limbo migratorio. No saben si serán deportadas o no”. sostuvo.

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