El Departamento de Justicia estadounidense reveló que, luego de estudiar todas las opciones disponibles, el gobierno del presidente Barack Obama decidió “centrar sus energías” y defender los alivios migratorios en una corte de Luisiana y no llevar el caso al Tribunal Supremo.

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El próximo 6 de julio, el Quinto Circuito de Apelaciones de Nueva Orleans (Luisiana) realizará una audiencia para decidir si se elimina o no el fallo del juez Andrew Hanen, quien en febrero pasado bloqueo los programas DACA y DAPA.

Ambos programas, que fueron anunciados por el presidente Barack Obama en noviembre pasado, otorgarían un permiso temporal de trabajo y protegerían de las deportaciones a cinco millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos.

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Dos funcionarios de alto rango de la Administración de Barack Obama, aseguraron a “El Diario de Nueva York”, que la decisión tomada es la mejor estrategia para defender los alivios migratorios.

Aunque no descartaron que, independientemente del fallo, es muy probable que cualquiera de las dos partes apele a la Corte Suprema, la máxima autoridad judicial de Estados Unidos, que en 2012 dio la razón a Barack Obama en un tema similar.

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