Se acabó el tormento de Graciela Chávez, una ciudadana estadounidense que desde hace unos días buscaba a su esposo Jesús, que fue abandonado por los traficantes que le prometieron llegar ilegalmente a Estados Unidos, a través del desierto de Arizona.

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Según cuenta la mujer, su esposo, quien había sido deportado a México hace unos meses, decidió, junto a sus dos hermanos, arriesgar su vida reencontrarse con sus hijos que actualmente viven en California.

“Mi esposo cruzó con un grupo de 12 personas el pasado 16 de mayo. El coyote les dijo que iban a caminar diez días. El 23 de mayo escucharon que el coyote gritó ¡la migra! y todos corrieron para diferentes lados”, aseguró la mujer.

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Jesús Chávez, quien se perdió junto a uno de sus hermanos, se desplomó en pleno desierto agobiado por el calor y le pidió a su pariente seguir y buscar ayuda.

El hermano, quien había dejado a Jesús debajo de un árbol, logró encontrar a la Patrulla Fronteriza y les pidió auxilio para ayudar a su pariente. “Ellos regresaron con él a buscarlo, pero no lo encontraron”, comentó Graciela Chávez.

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Movida por la desesperación, Graciela viajó a Arizona en busca de su esposo perdido. Ese mismo día, el equipo de Búsqueda y Rescate de la Patrulla Fronteriza (BORSTAR) encontró al inmigrante que llevaba casi una semana de perdido.

Jesús Chávez ya salió del hospital y se encuentra detenido enfrentando un proceso de deportación. Sus dos hermanos si fueron deportados a México.

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