Portugal se declaró este jueves en alerta máxima ante el riesgo de incendios por la intensas temperaturas que se vienen registrando en esta primera semana de agosto. 

El clima en Portugal ha sido relativamente fresco y húmedo en comparación a otras localidades de Europa, pero el gobierno ha tomado todas las medidas necesarias para garantizar que los incendios que causaron 114 muertes el año pasado no se repitan.

La temperatura más alta registrada en Portugal fue de 47,3 grados Celsius en 2003, en la región sur de Alentejo. Se prevé que varios lugares de Alentejo tengan temperaturas de 47 grados Celsius el sábado, mientras que Lisboa podría alcanzar los 43 grados Celsius, algo muy poco común para la capital de Portugal, situada junto al mar.

El Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera dijo que la ola de calor de los próximos días será similar a la de 2003, el segundo peor año en términos de incendios forestales en Portugal después de 2017.

Los incendios forestales causaron el mes pasado en Grecia la muerte de 91 personas en un claro recordatorio de la constante amenaza del fuego en el sur de Europa durante el verano boreal.

El Gobierno de Portugal se declaró en “situación de alerta”, elevando los niveles de preparación de los bomberos, la policía y los servicios médicos de emergencia hasta el 6 de agosto. Está prohibido encender fuego y el acceso a los bosques será limitado.

Desde la tragedia del año pasado, que se produjo durante una sequía extrema, el Gobierno ha contratado a cientos de bomberos profesionales y ha aumentado drásticamente los controles para despejar de maleza los terrenos. También ha probado un sistema de alerta por SMS que notificará a la ciudadanía sobre emergencias.

Fuente: EFE