Mujeres de todo el mundo, convocadas por organizaciones sociales, partidos y sindicatos de más de un centenar de países, reivindican la igualdad frente a los hombres con caceroladas, manifestaciones, huelgas y otros actos que han convertido este en una jornada histórica.

Estas movilizaciones suponen “la mayor revolución feminista desde la petición del derecho al voto de las sufragistas hace cien años”, según dijo a Efe la italiana Asia Argento, una de las abanderadas del movimiento “#MeToo” contra los abusos sexuales al hablar de este 8 de marzo.

Y es que mujeres de países tan distantes como Indonesia, India, Japón o Rusia han salido a las calles en una movilización sin precedentes para expresar el cansancio de un colectivo que no aprecia avances en la lucha contra el machismo, la igualdad salarial, el acoso o la violencia de género.

En la capital de Indonesia, el mayor país musulmán del mundo con grandes lagunas en protección de los derechos humanos, miembros de 69 organizaciones protestaron hoy ante el Parlamento y el palacio presidencial para condenar la discriminación, la violencia y la intolerancia contra las mujeres y las minorías.

También, cientos de japonesas marcharon hoy en Tokio y en otras ciudades del país para reclamar mayor igualdad en uno de los países desarrollados donde las mujeres afrontan mayores obstáculos en todos los ámbitos.

Pero en esta jornada, la desigualdad entre hombres y mujeres es también trasladable a la que existe entre países ricos y pobres, dado que en estos últimos, la mujer sufre doblemente su condición.

En muchas naciones del África Subsahariana o en países con regímenes totalitarios las mujeres soportan la violencia como algo cotidiano en sus entornos, agravada por la violencia propia de los conflictos bélicos.

Resulta anecdótico hablar de conmemoraciones o actos reivindicativos de mujeres en países como Siria, Irak, Yemen, Nigeria, Níger o la República Democrática del Congo donde ni siquiera el derecho a la vida está garantizado.

En otras latitudes más desarrolladas, como es el caso de Rusia, donde las mujeres tienen los mismos o más problemas que sus congéneres de otras partes del mundo, el feminismo parece haber desaparecido, al menos, oficialmente.

“En cada rincón de Rusia hoy reina un ambiente primaveral y soleado… Queridas mujeres, nos alegramos de tener de nuevo una ocasión tan extraordinaria para expresaros nuestra enorme estima y nuestra admiración por vuestra belleza y ternura”, dijo el presidente ruso, , en su felicitación por el Día de la Mujer.

Desde Francia, que se ha sumado al movimiento global feminista con protestas en diversas ciudades, llegan además iniciativas originales como la del diario de izquierda “Liberation”, que ha subido su precio hoy para hombres con el objetivo de denunciar la brecha salarial entre ambos sexos.

La jornada, casi acabada en Asia, en plena efervescencia en África y Europa y comenzando en América, aún verá miles de actos reivindicativos protagonizadas por mujeres y hombres convencidos de que “ser mujer” no debe ser la “cualificación principal” para ocupar un puesto en la sociedad. (Con información de EFE)