para pedir que se solucione lo que consideran “liberalización encubierta” de ese sector y que se cumpla la normativa que regula las empresas de vehículos de alquiler con conductor (VTC), como Uber y Cabify.

La protesta incluye una jornada de paro que hizo que no circularan taxis por las ciudades españolas y que las paradas en aeropuertos y estaciones ferroviarias estuvieran vacías.

La principal reivindicación de los taxistas es que se respete la ratio legalmente establecida de una licencia de VTC por cada 30 de taxi, que según las organizaciones convocantes se incumple sistemáticamente.

Fedetaxi, la organización que agrupa a más del 70 por ciento de los taxistas españoles, no participó en las movilizaciones de hoy por considerar que la lucha del taxi debe mantenerse “a través de las instituciones, los tribunales y el diálogo”.

Con presencia de taxistas procedentes de diversos puntos de España la protesta consistió en una marcha encabezada por una treintena de taxis que atravesó el centro de Madrid y acabó ante la sede del Ministerio español de Fomento.

Los taxistas son críticos con el Gobierno, al que amenazan con la eventual presentación de reclamaciones para indemnizar a unos 73.000 profesionales del sector que trabajan en toda España.

Al llegar al Ministerio de Fomento, cuatro representantes de las organizaciones convocantes intentaron acceder al edificio para reunirse con algún alto cargo del departamento, pero no se les permitió pasar del área de registro. (EFE)

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