El miedo se apoderó de Barcelona hoy luego que una furgoneta arremetiera contra una multitud en la zona turística de La Rambla. Anais Ansari tuvo la suerte de no correr riesgo alguno, pues llegó a la céntrica y popular calle unos instantes después del atropello masivo, pero se encontró cara a cara con el terror.

“Todos estaban corriendo y gritando, la gente se estaba volviendo loca”, contó la testigo del atentado a RT. Ansari relata que la gente que llegaba al lugar sin saber aún lo que ocurría, comenzó a asustarse cuando las estaciones de metro fueran cerradas y aparecieron numerosos vehículos policiales y ambulancias.

“De repente vimos las personas tiradas en el suelo, entre ellas parejas y niños ensangretados”, cuenta la testigo, que formó parte de la impotente multitud. “Nos dijeron que hubo un atentado, que una furgoneta había pasado por encima de la gente en zigzag”, señaló Ansari. Y entonces, cuenta, vio la escena que más la impactó en medio del caos.

“Es una imagen que jamás olvidaré: la de una mujer que estaba en un autobús, tapándole con su pañuelo los ojos a su hija, para que no pudiera ver nada”, indicó. Porque lo que había para ver era el atentado: los cadáveres de 13 personas fallecidas y los cuerpos ensangrentados de las más de 100 personas que resultaron heridas en Barcelona.

Fuente: RT

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