Luchan junto a ti y te aman. Y sin importar lo cabizbaja y derrotada que te sientas, te recuerdan que nunca estás sola.

Esa persona es alguien que no te va a reñir cuando necesitas desahogarte o darte una lección cada vez que confías en ella. Simplemente alguien que te va a amar incondicionalmente en el mundo solitario en el que vivimos.

Las buenas amigas son las que toman tu cabello y te dan su hombro para llorar. Son quienes se preocupan por ti y amenazan con golpear al próximo chico que rompa tu corazón.

Son quienes conocen tus secretos y tus miedos. Conocen tus deseos más íntimos y tus motivos escondidos. Saben qué te alegra y qué te pone de mal humor

Están a tu lado en tu vida sin prejuicios, pretensiones o motivos ocultos. Son nuestras terapeutas y psicoanalistas. Están allí cuando necesitamos gritar a través de sollozos entrecortados o desahogarnos, una vez más, acerca de ese chico que nunca nos llamó.

Se preocupa como tu madre

Tu dolor es su dolor. Cuando lloras, siente esa suave puntada en su propio corazón. Cuando estás sollozando a través de respiros entrecortados, te pide que te traquilices porque se preocupa que no puedas respirar.

Cuando le dices que tienes una cita con el doctor, pregunta si te puede acompañar. Son las madres sobreprotectoras, controladoras y demasiado preocupadas de la otra.

Compra un sándwich extra porque sabe que probablemente se te olvidó cenar. Pide una bebida por ti antes de que llegues porque sabe lo que te gusta. Se preocupa por cómo va tu cita y se asegura de que la llames apenas termine. Te dice que compres esos zapatos una talla y media más grandes, porque sabe que te quejas cuando te aprietan.

Te regaña como tu padre

No tiene miedo de decirte cuándo estás equivocada. Quiere lo mejor para ti y se da cuenta de cuándo no estás protegiendo tus propios intereses. Te cuida como si fueras su propia hija y se enojará de la misma forma si no estás cuidando a ti misma.

Descartará a las personas que no te tratan bien y te regañará cuando intentes volver con ellos. Te dirá cuando estés saliendo con un chico que no te merece. Te dirá cuándo estés cometiendo un error, pero nunca te echará en la cara esa vez que ignoraste su consejo.

Te molesta como tu hermano

Te conoce mejor que cualquier otra persona y no le preocupa molestarte. Te dirá un chiste o dos para que te irrites. Sabe qué te hace reír y qué te hará volverte loca.

Irá a una tienda de bromas y gastará 20 dólares solo para ver tu cara cuando “caigas”. Se esconderá en tu habitación y te asustará. Te hará llamadas bromistas y llegará de improviso a tus citas. Es una peste, una incitadora y la única persona con que sabes que siempre lo pasarás bien.

Te protege como tu hermana

No es peligrosa… hasta que la amenazan. Es tu mejor amiga y la peor enemiga de todos los que te lastiman. Hacerte daño es como hacerle daño a ella dos veces y se asegurará de vengarse por las dos. Llamará a tu casero cuando no te deje de molestar o le gritará al chico en la calle que recién te silbó.

No tiene problemas en retar a las personas con las que te da miedo hablar. Y peleará en cualquier batalla que necesites. Quiere lo mejor para ti y se asegurará que quienquiera esté en tu camino sepa que eres una de un par.