Stephanie Grant ahora es capaz de sonreír por primera vez, después de someterse a una cirugía para corregir su malformación de la mandíbula. Antes de la operación no podía comer normalmente y no podía sonreír.

Los médicos le dijeron que, hasta que no dejara de crecer no le podrían operar. Esta chica británica tuvo que sufrir en la adolescencia que le quitaran siete dientes y le pusieran un aparato hasta los 23 años.

A medida que crecía, Stefanie notaba que su cara era cada vez más asimétrica, con un lado más largo que el otro. Empezó a sufrir fuertes dolores que le impedían incluso dormir o estudiar. Fue entonces cuando, finalmente, iniciaron las operaciones que le han permitido sonreír.

“Me llamaban freaky y cara larga, era horrible. La cirugía fue difícil y dolorosa, pero la diferencia es increíble. Ser capaz de sonreír y mostrarle a la gente que soy feliz, me ha cambiado la vida”, explica Stefanie.

Pero todo quedó atrás gracias a la doble cirugía que dio a Stefanie la posibilidad de sonreír.

“La cirugía fue compleja y ha sido doloroso, pero la diferencia es increíble. Ser capaz de sonreír ahora y mostrarle a la gente que soy feliz ha sido un cambio de vida”, explicó la joven.