Desde hace unos días, la presentadora Tania Llasera se ha convertido en el ojo de las críticas y de las malas lenguas por su aumento de peso. Ha dejado de fumar y como consecuencia ha ganado algo de peso. Algo que para ella no es nada malo, pues, asegura, lo más importante es que el gran paso que ha dado tendrá efectos positivos para su salud.

“No somos robots perfectos diseñados por ordenador. Y no es sólo el tema del peso. En general, en nuestra sociedad, existe la tendencia de que nos disguste o veamos raro aquello que no es perfecto o se sale de los prototipos de belleza que estamos acostumbrados a ver. Gracias a Dios todos somos imperfectos, únicos, auténticos y especiales. Sólo hay que aprender a querernos tal como somos,” escribe Sara Carbonero en su blog.

Para Sara Carbonero la valentía de Tania Llasera es digna de alabar y no de criticar con la palabra “gorda”.

“Me consta que Tania se lo ha tomado con filosofía y ha respondido diciendo que para ella lo más importante es la salud, haber dejado el tabaco después de 20 años, ¡casi nada! Se siente sexy y sin duda lo es. ¡Olé!”, expresaba Sara.

Sara Carbonero advierte, además, de los peligros de estas críticas en mentes más jóvenes que pueden salir gravemente perjudicadas, incluso para los hijos de aquellos que son más críticos y puedan tener un autoestima algo baja.

“La anorexia y la bulimia están a la orden del día* entre jóvenes que intentan cumplir los cánones de belleza establecidos por la sociedad.”

“Yo todavía no he recuperado por completo mi cuerpo de antes de ser madre. Me falta un poquito. Uso una talla más y me encuentro en el momento más feliz de mi vida. Por supuesto que me cuido para sentirme mejor conmigo misma y para estar sana. Claro que me gusta la ropa e intento ir mona y verme bien pero no podría vivir en un constante sacrificio sin darme caprichos, sin comerme una hamburguesa de vez en cuando, un helado después de comer o sin tomarme unas cañas con los amigos.”

“Creo que la gente que hace sangre con este tipo de cosas no es consciente de los límites. Siempre he defendido las críticas constructivas en cualquier ámbito pero no puedo comprender aquellas que se refieren al aspecto físico de las personas.”

“Francisco de Asís llamaba “benditas imperfecciones” a los defectos que todos tenemos. Benditas porque nos ayudan a crecer, a ser tolerantes, a aprender, a reírnos de nosotros mismos y, algunas, hasta son las causantes de que logremos ciertas cosas importantes en la vida.”