El ser optimista en la vida es algo hermoso, pero al igual que los shots de tequila que tomas los fines de semana, lo mejor es ser moderado.

De lunes a viernes, desde las 9 am hasta las 5 pm, jugamos a ser personas felices, positivas y extrovertidas, a quienes no les daña las ocasionales injusticias de la vida. Pretendemos que los desafíos no son ardides para hacernos caer y continuamos con nuestras cabezas por sobre el agua. Pero a veces lo mejor es hundirnos un poco.

1. Tu peor momento será el comienzo de tu viaje personal. No están permitidas las opiniones del mundo exterior

“Lo que te sucede cuando te desmoronas es que comienzas tu propio viaje, y si parte de ese viaje depende de lo que otras piensen y te aconsejen, necesitas alejarte de inmediato y cerrar la puerta. Toda nuestra vida se basa en retroalimentación y contribuciones ajenas que nunca fueron realmente bienvenidas. ¿Por qué permitir que la opinión de otros dirijan tu vida, especialmente ahora? Cuando te sientas como que has llegado a un punto crítico, algo hermoso sucede: Comienzas a escucharte a ti mismo, a tu propia verdad y tu propio sufrimiento – ahí es donde comienza el proceso de sanación.”

2. El tomar tiempo para ti mismo nunca es un acto egoísta

“El perder el control te obliga a dejar atrás a las cosas y personas que ya no te sirven. El desconectarte se vuelve mucho más fácil cuando finalmente piensas en ti mismo, y no te sentirás egoísta. Aférrate a ese sentimiento. El cuidar de ti mismo por primera vez en mucho tiempo es el mejor regalo que puedes hacerte. No pidas disculpa por ello.”

3. No cubras tu tristeza con una versión de felicidad incluso más triste

“Deshazte del optimismo. Si te sientes terrible, admítelo. No camines de puntillas. ¿De qué estás intentando protegerte? Sí. A veces todo apesta. El intentar justificarlo con una mala excusa o cubrirlo y mantenerte positivo significa guardar incluso más dentro de ti ese sentimiento. Siéntate a pensar sobre ello. Asimílalo, y comprende que todo pasa por un motivo.”

4. No pidas disculpas

“No estás roto; simplemente tienes un desperfecto. No te disculpes por eso. No somos máquinas que seguirán adelante sin importar lo que suceda. Tenemos sentimientos, emociones, problemas y pensamientos que a veces se escapan de nuestro control. Necesitamos tiempo para reevaluar, volver a pensar y reagruparnos. Necesitamos tiempo para sanar. Siempre habrán personas en tu vida que esperarán que sigas moviéndote hacia adelante, incluso cuando el solo pensar en hacerlo te deprime.No te disculpes por no vivir según sus expectativas. Toma el tiempo que necesitas para descubrir si hay un lugar en tu vida para esas expectativas (es muy probable que no lo haya).”

5. Quédate donde estés. No hay una fecha límite

“Puedes imitar al resto y seguir adelante, pero si has llegado a un punto en el que lo único que quieres hacer es abrazar a tu perro y llorar, ¡haz eso! No sientas que debes regresar corriendo a la vida que tienes y dedicarte a vivir. ¡Estás viviendo! El perder el control es vivir, y si bien puede no ser divertido, es muy importante. Pensamos que si no estamos trabajando, estudiando, conduciendo o vacacionando, no estamos viviendo. El hacer nada también es parte de la vida. El tocar fondo es la parte cruel de la vida que te enseña que todo lo que has trabajado, conducido y “vivido” no es nada en comparación a lo que necesitas hacer con tu vida en este preciso momento. Simplemente ser.”

6. Déjalo salir

“Maldice, grita, llora, escribe, habla contigo mismo. Cuando caes bajo tu corazón está lleno de emoción. Por otro lado, tu mente está llena de palabras. Esas palabras con como anclas que te dejan inmovilizado sobre un mar de basura que no tiene fin. No hay ningún motivo en el mundo por el cual deberías guardar estas palabras dentro de ti. Cuando hablas sobre tus problemas tu cuerpo libera tensión como nunca lo había hecho antes. Puede ser increíblemente difícil el decir tu verdad. Hay pensamientos en tu cabeza que has escondido de ti mismo por años. El confrontarlos no será fácil pero el hablarlo en voz alta te liberará de la prisión en la que crees estar encerrado. Descubrirás que tuviste la llave para salir todo este tiempo.”

7. Deja de pensar en tiempo futuro

“No hay mejor forma de lograr sentirte incluso más mal que intentar pensar en que es lo que debes hacer a continuación. No llenes tu mente con esas ideas. Por mucho que lo intentes, no hay forma de controlar lo que sucederá. Cuando te presionas para dar el próximo paso, alcanzar la próxima meta, te sacas a ti mismo del presente. Y después de todo, al final del día, lo único que tienes es el presente.”

8. Descubre cómo se siente ser vulnerable

“Hablando desde mi experiencia personal, el sentirse vulnerable puede ser extremadamente aterrador. Esa es la idea. Cuando has tocado fondo, las capas de apariencias comienzan a desprenderse. Ya no eres la persona fuerte, independiente y lógica que una vez fuiste. Ahora eres un pozo de lágrimas, emocionalmente abrumado, que no tiene fuerzas o deseos de satisfacer a nadie más que a sí mismo. El ser vulnerable significa ser abierto, honesto y estar expuesto. Significa no aferrarte a alguna noción preconcebida de lo que crees que deberías ser y, lo que es más importante, no prestar ni un segundo de tu atención a lo que otros piensen de ti.”

9. Cree que incluso esto sucede por un motivo hermoso

“Nada es accidental. Cuando piensas que has perdido todo lo que conoces, de alguna forma ganas algo que nunca supiste que necesitabas. Es fácil el perderte en tus preocupaciones y miedos, pero el tener fe en que hay un panorama más grande significa que estás dispuesto a entregarte a tus penas porque has hecho las cosas de la mejor forma que has podido.”

10. Encuentra la belleza en tocar fondo

“Está ahí. Siempre está ahí. No se trata de reemplazar tristeza con felicidad. Se trata de reconocer y darle la bienvenida a la tristeza porque eres humano y está bien el no estar bien a veces. El perder el control y desmoronarte puede ser una bendición cuando te das cuenta de que no se supone que debas tener el control o permanecer intacto por siempre. A veces, el caerte a pedazos te ayuda a juntar las piezas de vuelta en un orden distinto, y es posible que encuentres una paz que antes no habías podido ver.”

PUEDES LEER EL ARTÍCULO ORIGINAL EN ELITE DAILY.

TAGS RELACIONADOS