Guisela Martínez nunca olvidará el día en el que después de muchas negativas de entidades financieras, por fin pudo acceder a un crédito para comprar ese camión con el que desarrolló su negocio. Después de una evaluación responsable, David Rafael, su asesor comercial, apostó por su fortaleza y ganas de salir adelante y le ayudó a financiar su Ford de 1978 con el que ahora transporta y vende carbón de piedra en unos 15 distritos de .

Con apenas 26 años, Guisela, una de las más de 250 mil clientas a las que atiende Financiera Confianza, entidad de la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA), fue la única peruana que contó su historia de éxito en el conversatorio “Mujeres excepcionales: el valor de una oportunidad”, organizado en Madrid por la FMBBVA.

Hace cinco años, ella cursaba estudios técnicos de construcción, cuando sus padres decidieron separarse y entonces ella tuvo que asumir el negocio familiar de venta de carbón de piedra. Sus dos hermanos mayores ya tenían sus propias actividades y ella decidió dejar el instituto para perseguir su sueño de ser emprendedora.

Se mudó a una casa propia en el distrito San Pedro de Saño con su pareja, Saúl Blas, y empezó a ampliar la venta de carbón. Entonces se dio cuenta de que necesitaba su propio camión para crecer y cumplir con los pedidos que iban en aumento. Tocó varias puertas de bancos, y todos le negaban el financiamiento, pese a sus ahorros, porque no tenía historial crediticio. Y le decían: “Eres muy joven, y mujer”.

Pero no se detuvo. Un día llegó a Financiera Confianza y conoció a David, quien hizo posible su sueño. La “oportunidad” de Guisela fue el acceso a un crédito productivo, y sobre esto y cómo se ha convertido en una de las principales proveedoras de carbón de piedra para fabricantes de ladrillo artesanal en Huancayo, habló en la mesa de debate con la reina de España.

“Gracias a mi camión, que se llama ‘Belleza’, he podido crecer en mi negocio y salir adelante. Con lo que he podido ahorrar estos cinco años que estoy con Financiera Confianza, ahora he abierto mi propio negocio de fabricación de ladrillos artesanales, que aún es pequeño”, dice Guisela, quien ahora anhela con un camión más grande para llegar a otras regiones.