Apenas James Rodríguez se presentó como jugador oficial del Real Madrid, las críticas en redes sociales no solo apuntaron hacia él, sino también hacia Daniela Ospina, su esposa y la madre de su hija Salomé. La criticaron por sus rasgos marcados, su belleza, y sobre todo, por su forma de vestir, a la que califican de “vulgar”.

Algunos usuarios de redes sociales criticaron su aspecto y se atrevieron a decir que la mujer de 22 años, y madre de una bebé, es fea, que no sabe vestirse y hasta que tiene facciones de hombre.

La apariencia de Ospina choca con el concepto de “elegancia” de muchos españoles, quienes vienen de la tradición de la estética europea, donde la consigna instaurada en los años 50 “menos es más” (debido a los cánones que indicaron que el lujo no debía ser masivo), es una premisa. Y donde el estilo es radicalmente diferente.

Irina Shayk, novia de Cristiano Ronaldo y relacionada con el mundo de la moda; o Sara Carbonero, pareja de Iker Casillas (y escritora de Elle España), representan la estética que ha imperado en las más altas esferas de la industria de la moda. “Sexies”, pero aludiendo a la elegancia de la marca de diseñador, o al estilo boho-chic y hippie-chic que traen tendencias entre temporadas. Y el ejemplo más claro de todos:Victoria Beckham y su estudiada sobriedad.

Lo que no recuerdan los críticos de la esposa de James Rodríguez es que ninguna de ellas llegó a ser ícono de la moda antes de aparecer con sus famosas parejas. De hecho, aunque Victoria Beckham representaba a la “Spice Girl” elegante, en los comienzos de David como jugador no lo era tanto. Los años dan cuenta de su cambio y su estilo ecléctico, mismo que debió cambiar para alcanzar el estatus que tiene ahora.

Ante las diversas críticas sobre su apariencia física y estilo al vestir, la pareja de James Rodriguez publicó un mensaje en su cuenta oficial de Instagram que deja en claro que las opiniones de los demás no la afectan.