Nos esforzamos de forma sobrehumana para evitar el dolor, esquivar el peligro y prevenir dificultades. Aún así es el triunfo por sobre los desafíos lo que nos define como fuertes, resistentes, maduros y con más experiencia.

NO TE PIERDAS: Por qué las personas que han sufrido más son las más bellas

Contrario a la creencia popular, parece que un poco de sufrimiento puede ser bueno para nosotros. Según Nicole Caldwell, esto nos impulsa a resolver problemas de forma creativa, a pensar de forma diferente y a explorar nuestras propias vulnerabilidades.

¿Podría ser que el redefinir aquello que es difícil, desagradable, traumático o amargo pueda darle una vuelta a esas experiencias y convertirlas en potencial para algo más grande?

PUEDES LEER: 19 lecciones que la vida te da a medida que creces

Los investigadores han descubierto que los problemas de la vida nos obligan a pensar de forma diferente y a permanecer intelectualmente ágiles. El encontrar una nueva ruta cuando la línea del subterráneo ha dejado de funcionar, el surgir desde el fondo de una montaña de deudas, el lograr superar a un ex novio, todos estos pequeños puzzles son maratones mentales en miniatura.

Una encuesta realizada a 15.000 personas reveló que aquellos que habían pasado por momentos muy difíciles eran, en general, más felices y disfrutaban más de la vida.

Así que los desafíos afilan nuestro ingenio. Las pérdidas nos enseñan sobre compasión.