Dylan sufre fibrosis quística, una enfermedad genética recesiva que afecta mayormente a los pulmones, páncreas, hígado e intestino. Se caracteriza por el transporte anormal de sodio y cloruros en el epitelio, lo que lleva a secreciones espesas.

Pero pese a lo dolorosa e incomoda enfermedad, el valiente niño decide pasar el trago amargo cantando y bailando con un entusiasmo increíble.

Todos los días el pequeño Dylan se da un pequeño entrenamiento al alma. En este video, podemos ver cómo este niño tiene que soportar sesiones de respiración con un aparato, pero él se muestra entusiasta y feliz.

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