Muchos profesores y padres de familia suelen pensar que cuando un niño no tiene un buen rendimiento escolar se debe a problemas de conducta o aprendizaje; sin embargo, esa situación también podría estar ligada a una .

Y es que, eso provocaría que los pequeños no puedan leer o entender bien sus tareas. Lamentablemente, el desconocimiento de los progenitores respecto a ello hace que no detecten el problema de forma rápida.

Por tal motivo, Marco Cáceres, Optómetra Contactólogo de GMO, nos comparte algunos consejos para cuidar la salud visual desde una edad temprana.

  • Antes de empezar el año escolar es importante llevar al niño a un control de medida de la vista. Así puedes prevenir o detectar a tiempo la miopía, hipermetropía y astigmatismo.

  • Si el niño requiere lentes de medida, se aconseja el uso de unos oftálmicos hipoalergénicos, cómodos (no muy apretados o sueltos) y que eviten marcas en la piel.

  • En verano, proteger al niño con lentes que cuenten con protección UV, así como gorras que cubran su rostro para así ayudar a mantener el contorno del ojo limpio de manchas o quemaduras por la alta radiación ultravioleta.

  • No permitir que que el niño esté largas horas delante de la pantalla de la computadora, tablets o celulares.

  • No dejar que el menor lea en la oscuridad o con una lámpara de escritorio que no tenga la suficiente potencia necesaria de luz.

Posibles señales de problemas de salud visual

  • Observar si el niño presenta enrojecimiento de la vista, cansancio al leer, picazón y frotación en los ojos. También, si se acerca demasiado a sus libros cuando lee o dibuja.

  • Prestar atención si el pequeño demora al leer textos en clase o en casa.