De acuerdo a estudios publicados, los exámenes a células fetales tomadas por muestra de sangre materna se convierten en una prueba para determinar el sexo del feto y los riesgos que puedan existir por anomalías genéticas.
Los exámenes de orina ya no son una alternativa fiable que pueda determinar el sexo del bebé, según revela una publicación de la revista Journal of the American Medical Association. El examen de células fetales en la sangre de mujeres gestantes puede convertirse en una opción para la amniocentesis, un análisis citogenético o de cromosomas del feto, aunque ello puede resultar riesgoso, pues puede ser el causante de un aborto involuntario.
La amniocentesis se convierte en un procedimiento médico encargado de captar anomalías genéticas y el sexo del feto, al igual que la ecografía, realizada a partir de las once semanas de embarazo, pero no considerada 100% exacta.
En países tales como Holanda, Gran Bretaña y España, el examen ya es utilizado clínicamente de manera habitual. En el último tiempo, diversas compañías comenzaron a realizar su venta directamente a consumidores a través de internet, según refieren los especialistas del estudio.