Su apurada madre reconoce que le cuesta mucho afrontar ese reto intelectual y que a veces tiene que echar mano de toda su inventiva para satisfacer la curiosidad innata de la pequeña Valentina.

“Cuando tienes hijos te vuelves más inspirado, pero al mismo tiempo no es sólo que tengas más inspiración, es que no tienes opción. Ellos son muy inteligentes y quieres verte bien ante ellos. Me pregunta muchas cosas de las que no tengo idea cómo contestar”, admitió la artista mexicana en el diario El Universal.

A la intérprete no deja de sorprenderle la brillantez con la que su hija comparte sus dudas sobre el mundo pero evita caer en las respuestas típicas. A pesar de lo complicado que resulta responder a semejantes inquietudes, Salma siempre intenta ofrecer su mejor nivel de razonamiento.

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