La lactancia es muy importante para poder crear un vínculo fuerte entre la madre y el bebé. Sin embargo, al inicio lo que salga del pecho de la mamá no será leche, esto se llama calostro y existen algunos mitos al respecto que debemos empezar a olvidar.
Según explica la obstetra del Hospital Nacional Madre Niño “San Bartolomé”, Pilar Asán Velásquez, el calostro es un líquido secretado por las glándulas mamarias durante el embarazo y los primeros días después del parto, compuesto por inmunoglobulinas, agua, proteínas, grasas y carbohidratos.
A pesar de los diversos mitos que han surgido sobre este alimento, la especialista indica las cinco razones que hacen de este alimento una fuente de vitalidad y protección para el bebé:
1.- El calostro es rico en células inmunológicas activas y contribuye a la primera inmunización del bebé protegiéndolo contra diversas infecciones.
2.- Ayuda al crecimiento del pequeño y hace difícil que los microorganismos y las sustancias alérgicas se desarrollen en el recién nacido.
3.- Estimula el movimiento intestinal del bebé, ayudando a liberar la sustancia que produce la ictericia y reducirla por el resto de su vida.
4.- Tiene factores estimulantes y hormonas que ayudan a proteger la vista y los ojos, además de reducir infecciones.
Cabe destacar que alimentar al bebé con calostro no daña el pezón, pero se debe tener cuidado. Esto debido a que los primeros días, los pechos de la madre pueden sentirse sensibles.
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